La escuela no educa para la libertad, sino para la obediencia, domesticando al individuo para ser un engranaje útil, dócil y rentable para el sistema.
Desde la infancia, se enseña a temer al error, a confundir la obediencia con ser bueno y a priorizar la validación externa (notas, títulos, salario) sobre el pensamiento crítico.
Citando a Freire, Nietzsche, Foucault y Jung, el audio expone que la institución escolar es una "fábrica del conformismo" que sofoca la rebeldía y el coraje de cuestionar, produciendo "obreros con títulos".
La verdadera cárcel no es la pobreza, sino la mentalidad programada para la sumisión y la eterna insatisfacción.
El despertar comienza con la lucidez: desaprender el miedo y el hábito de pedir permiso para vivir, recuperando la autonomía y la conciencia que el sistema busca anestesiar.
La revolución es interior, al dejar de darle al sistema tu miedo y necesidad de aprobación.
https://www.youtube.com/watch?v=X-NWXe5R1GE